Con malos pronósticos y un escenario muy complejo por falta de agua, las últimas estimaciones para el cereal indican que se sembrarían 1.000.000 de hectáreas menos que en la anterior campaña.
La falta de agua se interpuso en las posibilidades del ciclo 2022/23. Con las labores casi detenidas, la nueva meta triguera es alcanzar a cubrir 5,9 M ha. Y no será fácil. “Faltan por sembrar casi 1,2 M ha con trigo, por lo que el área puede seguir cayendo”, indican desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
Hace cuatro años que la siembra triguera no bajaba de 6 M ha: hay que retroceder al ciclo 2017/18 para encontrar un número inferior (5,4 M de ha). Ante la tormenta que pasó casi sin milímetros a principios de esta semana, se realizaron los siguientes ajustes.
El trigo retrocedió 470.000 ha en Córdoba respecto del año pasado, la caída sería de casi del 35%. Le sigue Santa Fe con una caída del 17%, unas 230 mil menos, comparando con 2021. En el norte argentino la baja sería del 19% y restaría 130.000 ha. La Pampa sembraría un 14% menos y sólo Entre Ríos podría sumar 30.000 ha. En Buenos Aires se ajustó área en norte de la provincia por la falta de posibilidades de siembra y en sudeste por el pase de trigo a cebada, a la espera de lo que pueda suceder de acá en más con las lluvias. Con este nuevo ajuste, el horizonte productivo (usando el rinde promedio de los últimos 5 años, 31 qq/ha) que se ubicaba en 18,5 Mt en junio pasa 17,7 Mt.
La sequía de julio 2022 ya es más grave que en el 2020, cuando ya había 1M de ha regulares a malas y caía el área sembrada por la falta de agua. No es más grave de lo que pasaba a mediados de julio del 2009, año que arrastraba dos «Niñas»(una fuerte y una moderada). Pero la campaña triguera terminaba bien: un «Niño» recomponía el escenario a partir de la primavera y el rinde país alcanzaba los 25 qq/ha. En cambio, el ciclo 2008/09 empezó mal y terminó mal: el promedio país del trigo terminó en 19 qq/ha. Actualmente, el área extremadamente seca sigue siendo inferior a la de esos dos ciclos. Pero lo que es preocupante de julio del 2022 es la situación de Buenos Aires: la provincia triguera por excelencia está muy afectada por la sequía, sufriendo el peor escenario de siembra de los últimos 15 años.
La ventana de siembra de trigo se cierra con malos pronósticos
Hay tiempo hasta fines de julio o hasta los primeros días de agosto para el sur de la región pampeana, pero para el centro la fecha límite es el 20 de este mes. Por eso ha sido una noticia muy mala para el cultivo que las lluvias del 10 al 11 de julio incluso hayan sido inferiores a los pobres pronósticos que publicamos el último jueves. En Rosario siquiera llovieron los 1 a 2 mm que estimábamos. En Buenos Aires, solo la zona de capital federal registró 4 a 5 mm. Incluso, estuvieron por debajo en Entre Ríos y el centro este de Santa Fe, las zonas que más posibilidades tenían.
«El panorama es complicado, no se observan posibilidades de mejora”, comenta el Dr. Aiello respecto del corto y mediano plazo. «Los pronósticos prevén el desarrollo de precipitaciones durante los próximos días. Pero ante estas condiciones, existe la posibilidad de un nuevo fracaso de los modelos probabilísticos. Las lluvias presentarían valores y distribución geográfica similares a las de los últimos eventos», explica el consultor Elorriaga. Esto es lo que muestra la salida del modelo de la NOAA hasta el 24 de julio para Argentina.
Fuente: Todo Agro