El infectólogo y profesor de la Universidad de Córdoba, Hugo Pizzi, aseguró que «se ha podido controlar» la circulación de la variante Delta en esa provincia tras el ingreso al país de un hombre que no respetó el aislamiento, pero que ello conllevó un «esfuerzo tremendo» en el que hubo que aislar casi mil personas, cinco de las cuales fueron detenidas por incumplir las medidas
Pizzi calificó lo ocurrido como una «bomba epidemiológica» y aseguró que el hombre que no respetó la cuarentena y desató los contagios es «antivacuna».
«Hubo que hacer un esfuerzo tremendo», sostuvo el especialista en declaraciones a El Destape Radio, al referirse a lo sucedido tras esa situación, para contener el avance de la variante.
De este modo, Pizzi se refirió al hombre de 62 años que el pasado 19 de julio ingresó al país proveniente de Perú y pese a firmar una declaración jurada en la que se comprometía a cumplir un aislamiento en su hogar fue a visitar familiares lo que desató un cadena de contactos estrechos que alcanzaron cerca de 40 contagios.
El especialista consideró que este hombre, de 62 años y oriundo de Perú, hizo «terrorismo sanitario de primer nivel» y recordó que para contener la situación hubo que «aislar a mil personas, cerrar durante una semana cinco colegios» y agregó: «La indignación de los familiares y del pueblo en general es enorme».
Asimismo, recordó que la Justicia tuvo que detener a cinco personas en hoteles, incluido el denominado «caso cero» quien permanece está internado con neumonía bilateral grave.
«Dos de los cinco detenidos tenían negocios, fue todo el equipo sanitario, la ambulancia, le hicieron el test y le dijeron que dieron positivo y que tenían que quedarse en aislamiento y así y todo fueron a abrir sus comercios durante todo el día», agregó el médico.
Pizzi consideró que «hay un 65 por ciento (de la población) que aun vacunado sigue siendo criterioso y ayuda y esta el otro 35, que son 10 por ciento antivacunas y el resto indolente que lo único que han hecho es estrategias para hacer daño, se ve que la cabeza no les da para otra cosa».
En este sentido, aseguró que «es muy difícil trabajar así, en Ezeiza firman declaración jurada con un domicilio falso, entonces, después no los podes encontrar» y apuntó que para él la solución es obligar que quienes lleguen a las terminales aeroportuarias cumplan un aislamiento en hoteles.
«Estaba muy ilusionado con que septiembre y octubre serían meses de inflexión, estamos tratando de frenar la (variante) Delta para que no se transforme en circulación comunitaria, quizá en 35 o 40 días empiece a circular, pero las dos dosis da mucha protección», aseveró.