Así lo reveló la Organización Mundial de la Salud (OMS) de cara a la conmemoración del Día Mundial de esta enfermedad el próximo domingo.
Para más de 60 millones de personas que viven con diabetes tipo 2, la insulina es esencial. Foto: gentileza.
A cien años de su descubrimiento, una de cada dos personas que necesitan insulina para la diabetes tipo 2 no la adquiere debido a los altos precios y la baja disponibilidad, informó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) de cara a la conmemoración del Día Mundial de esta enfermedad el próximo domingo.
“Los científicos que descubrieron la insulina hace 100 años se negaron a beneficiarse de su descubrimiento y vendieron la patente por solo un dólar. Desafortunadamente, ese gesto de solidaridad ha sido superado por un negocio multimillonario que ha creado grandes brechas de acceso”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La insulina es la piedra angular del tratamiento de la diabetes, ya que convierte una enfermedad mortal en una patología manejable para nueve millones de personas con diabetes tipo 1 a nivel mundial, señaló la OMS.
En tanto que para más de 60 millones de personas que viven con diabetes tipo 2, la insulina es esencial para reducir el riesgo de insuficiencia renal, ceguera y amputación de extremidades.
«Sin embargo, una de cada dos personas que necesitan insulina para la diabetes tipo 2 no la adquiere. La diabetes está aumentando en los países de ingresos bajos y medianos y el consumo de insulina no se ha mantenido a la altura de la creciente carga de morbilidad», describió el organismo.
Entre las causas de esta falta de acceso, el informe enumeró que el cambio del mercado mundial de la insulina humana, que se puede producir a un costo relativamente bajo, está imponiendo «una carga financiera insostenible a los países de ingresos más bajos» que no la pueden producir y dependen de la sintética.
En general, la insulina humana es tan eficaz como los análogas, que sin embargo son al menos 1,5 veces más caros y, en algunos países, tres veces más costosos.
Otro factor es que tres empresas multinacionales controlan más del 90% del mercado de la insulina, dejando poco espacio para que las firmas más pequeñas compitan por su venta.
El informe estableció además que existe una regulación y políticas deficientes en relación a los precios farmacéuticos, la gestión de la cadena de suministro y las adquisiciones.
Por otro lado, la investigación está orientada a los mercados ricos, sin tener en cuenta las necesidades de salud pública de los países de ingresos bajos y medianos, que representan el 80% de la carga de la diabetes.
Entre las medidas para revertir esta situación, la OMS sugirió impulsar la producción y el suministro de insulina humana y diversificar la base de fabricación de insulinas análogas biosimilares para crear competencia y reducir los precios; regular los precios y promover la capacidad de fabricación local en regiones desatendidas, así como la investigación y desarrollo.
También recomendó garantizar que un mayor acceso a la insulina vaya acompañado de un diagnóstico rápido y acceso a dispositivos asequibles para controlar el azúcar en sangre e inyectarse insulina.
Y utilizar los recursos sanitarios de forma inteligente seleccionando la insulina humana siempre que sea posible y asignar los fondos adecuados para proporcionar un paquete completo de atención.
En este contexto, en abril pasado la OMS lanzó el Pacto Mundial contra la Diabetes que reúne a gobiernos nacionales, organizaciones de las Naciones Unidas, no gubernamentales, entidades del sector privado, instituciones académicas y fundaciones filantrópicas.
Fuente: Télam