Los bancos deben informarle a la AFIP los movimientos de las cuentas y las tarjetas de crédito de los usuarios a partir de un monto mínimo de consumo
Tras el mal dato de la inflación en agosto de 7%, el INDEC informó días atrás que la Canasta Básica alimentaria registró el mes pasado un aumento de 7,1%, y en los primeros ocho meses del año acumula un alza de 60,8%.
En este contexto, los argentinos están usando cada vez más sus tarjetas de crédito para hacer consumos tanto en la moneda local como en dólares. Esta tendencia sigue en alza, especialemente mediante promociones, descuentos o cuotas efectuadas a través del comercio electrónico.
Actualmente, las operaciones con tarjeta de débito prácticamente duplican a las de crédito en agosto. Las transacciones con tarjeta de débito alcanzaron dicho mes los 183,6 millones por $623 mil millones, representando crecimientos del 21,7% i.a. en cantidades y del 12,3% i.a. en montos.
Mientras que en operaciones con crédito, se observan variaciones interanuales positivas del 2,3% en cantidades y del 8,6% en montos, realizándose 92,6 millones de pagos por $633,9 mil millones, según el Informe Mensual de Pagos Minoristas que elabora el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
AFIP controla tus gastos con tarjeta
En este contexto de crecimiento de las transacciones con tarjeta de crédito, los bancos deben informar los movimientos de las cuentas y las tarjetas de crédito de los usuarios a partir de un monto mínimo de consumo.
El último monto que dio a conocer la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), se elevó de $30.000 a $90.000 la cifra mínima para informar las acreditaciones, extracciones, saldos de las cuentas y los depósitos a plazo fijo.
Con estas modificaciones, los bancos podrán agilizar las operaciones y a su vez, recibirán información automática y permanente de las acreditaciones mensuales, extracciones, saldos de las cuentas, los depósitos a plazo y consumos con tarjetas.
Nuevas tasas: cuánto costará refinanciar la tarjeta y Ahora 12
Desde mediados de septiembre, la tasa efectiva anual de los plazos fijos pasó a 107,1%. equivale a un dólar contado con liqui o MEP de unos $600 para septiembre de 2023.
Tras el nuevo retoque, el costo financiero total para postergar el pago de la tarjeta pasó al 132% anual (77% nominal anual y 111% efectivo anual).
Ahora bien, es casi imposible que los sueldos crezcan al 132% anual, para ponerse en equivalencia con el costo que cobran las tarjetas si solamente se abona el mínimo y se patea el resto.
Muy atrás quedó el tiempo de la pandemia en que el costo para refinanciar los consumos con las tarjetas había quedado en el 43% anual (55% de CFT), con una inflación del 36% para aquel año 2020.
Muy distinto a lo que ocurría hace más de una década, cuando fue creado, el sistema del «Ahora 12» ya no significa comprar a 0% de interés.
El costo financiero, tras la última actualización, ya subió al 97,8% anual, en línea con la inflación de los últimos 12 meses. También con las mejoras salariales. Pero ya no es «gratuito», lógicamente.
Lo más probable es que ese CFT supere el 100% con la actualización de ayer jueves. Lo dice explícitamente la última resolución de la secretaría de Comercio: «Las nuevas tasas directas se harán efectivas a partir del quinto día hábil posterior al día que el Banco Central de la República Argentina modifique la tasa de referencia», dice la Resolución 5/2022 que fue publicada en el Boletín Oficial.
Está claro: una cosa es habilitar un subsidio cuando la inflación anual es del 20% o 25%, y otra muy diferente cuando salta al 95%, como muy probablemente terminará este año. Si no más.
Fuente: iprofesional