Así lo manifestó este lunes el presidente Alberto Fernández al decir que está dispuesto a enviar al Congreso un proyecto para modificar el esquema de retenciones.
El presidente Alberto Fernández aseguró este lunes que está dispuesto a enviar al Congreso un proyecto para modificar el esquema de retenciones, siempre y cuando la oposición se declare abierta a debatirlo.
«Si me dicen (desde la oposición) que están dispuestos a debatir, yo mando el proyecto mañana» al Parlamento para que se trate, porque, aclaró, «no puedo hacerlo por un DNU, porque está prohibido para cuestiones impositivas, electorales, penales», dijo el jefe del Estado en un reportaje con la 990.
Además, ratificó su evaluación acerca de que «la Argentina tiene una cantidad importante de puntos de inflación importada».
Al ser consultado sobre la posibilidad de dar el debate parlamentario de todos modos, aún a sabiendas de un rechazo opositor, el Presidente dijo que «las derrotas épicas» no lo convencen.
Fernández ratificó su evaluación acerca de que «tenemos una cantidad importante de puntos de inflación importada, a causa de la demanda de alimentos que genera la guerra europea», pero dijo que también «hay un problema de solidaridad por parte de muchos sectores poderosos» de la Argentina.
Para graficar este panorama, manifestó que «hace ocho años no se exportaba carne a China, y hoy no para de demandar carne vacuna» y frente a esta situación «los exportadores quieren cobrarnos el kilo de carne igual que al precio de exportación».
Opinó que las retenciones son un «mecanismo idóneo» para desacoplar los precios internacionales de los locales, y reiteró que para ello «se necesita de una ley» y que existe una oposición «que no quiere que se trate ese tema».
Fernández recordó que «las retenciones son derechos a la exportación y la Argentina los tuvo siempre, pero después de la crisis de 2008 se convirtió en un tema tabú del que no se puede hablar» y evaluó que representan «una posible solución, pero se niegan a discutirlo»