Monserrat adelantó de que el gremio consideró superadora la oferta del Gobierno, pero los delegados departamentales no la aceptaron.
El Ejecutivo acercó la semana pasada al gremio de docentes cordobeses, UEPC, una nueva oferta de recomposición salarial. Uno de los puntos principales de la misma señala que un maestro o maestra inicial de grado ganaría $162.185 como sueldo retroactivo a marzo (incremento de 56,2%) y abril; $174.500 en mayo, $186.875 en junio y $187.845 en julio.
«Después de reiterados intentos de diálogo con un Gobierno que se negaba a reconocer nuestros legítimos reclamos, con organización y en unidad, logramos que revise su postura y nos presente una nueva propuesta salarial», indicó José Monserrat, secretario general de la Unión de Educadores de la Provincia (UEPC), en el programa radial La Tiza (Radio Universidad) sobre la propuesta del Ejecutivo provincial.
La evaluación por parte de las bases del gremio se hizo en asambleas informativas de delegadas y delegados escolares por departamento, asambleas de una hora por tunos en las escuelas y asambleas resolutivas por departamentos.
Para hoy lunes, está previsto que se reúna la Asamblea Departamental de la Provincia y según adelantó Monserrat, la oferta del Gobierno de la Provincia sería rechazada. “La mayoría, casi el 70% de los delegados, van a emitir un voto negativo”, confirmó Monserrat, en el espacio institucional del gremio.
La UEPC consideró positiva la oferta
“La propuesta está bien armada, con buenos porcentajes, contempla el tema jubilatorio, tiene cláusula de revisión. Es superior en términos generales a la paritaria nacional, a la de Santa Fe y la provincia de Buenos Aires”, sostuvo Monserrat.
Sin embargo, el dirigente también observó «la particularidad” del debate por salarios docentes. “Es la única paritaria en el mundo que se discute por WhatsApp y donde todos los medios de comunicación están al tanto de lo que sucede en cada asamblea; que esté pendiente la opinión pública y los medios de lo que pasa en el sector docente, me llama mucho la atención. Nunca me enteré, ni los medios se hicieron eco, de las discusiones en prensa, metalúrgicos o camioneros”, subrayó.
La puesta en cuestión de representaciones gremiales
El año pasado concluyó con la crisis en la Salud provincial a la cabeza de la agenda gremial. Después de cerrada la paritaria con el Sindicato de Empleados Públicos (SEP), se sucedieron masivas movilizaciones convocadas por agrupaciones y sindicatos que no se sientan en la mesa paritaria con la Provincia.
Y con la intención de destrabar el conflicto, el Ejecutivo negoció por fuera del SEP con gremios y agrupaciones que no le responden, algo que no cayó bien en el gremio de los estatales, conducido por José Pihen, quien también es legislador provincial por el oficialismo.
Esto encendió las alarmas en otras organizaciones gremiales, por cuanto el pragmatismo oficial, reconociendo interlocutores no legitimados legalmente, podría derivar en una crisis de las representaciones sindicales.
En el caso de la UEPC, los “docentes autoconvocados”, si bien llevan adelante sus acciones al margen de la organización sindical, buscan incidir en las asambleas que aprueban o rechazan las ofertas salariales de la Provincia, condicionando a la conducción del gremio que, no por casualidad, este año debe renovar sus autoridades.
El titular del gremio docente contextualizó el difícil momento así: “Hay un clima en Córdoba distinto a otras provincias: elecciones provinciales, elecciones en el gremio. Y lo que no es poca cosa, es que la plata no alcanza, por más que sea buena la oferta, siempre será insuficiente”.
Monserrat consideró que los “autoconvocados” no buscan organizarse. Y afirmó que las acciones que proponen, “donde cada uno va y pelea en ese lugar su propio salario, sus condiciones de trabajo… son el paradigma del neoliberalismo”. Y amplió: “Si se escucha a (Javier) Milei o a los que quieren destruir a los regímenes laborales, es que cada uno se las arregle como pueda”. Y advierte que esta metodología puede “destruir las regulaciones y representaciones que tenemos en el mundo laboral, para terminar cada trabajador discutiendo su miseria”.
El sindicato a la hora de negociar
En otro tramo de sus declaraciones a La Tiza, Juan Monserrat reivindicó el papel que cumplen los dirigentes en una mesa paritaria. “Se sienta la patronal y el sindicato, con representantes elegidos cada cuatro años. Es una negociación paritaria de carácter colectivo, no individual”, dijo.
Y concluyó, alertando sobre las consecuencias del rechazo a la última oferta del Gobierno: “Suscribiría lo que dicen los autoconvocados, pero un salario inicial de 200 mil, como se pide, con cláusula gatillo y respetando la antigüedad, llevaría a otros en la escala a cobrar un millón de pesos. Desde el punto de vista presupuestario es imposible. El Gobierno debería aumentar los impuestos de todos los contribuyentes para afrontar un sistema educativo con 80 mil docentes y un millón de chicos matriculados”.