Leandro Sime se formó en Renato Cesarini y Lanús, fue ayudante de Ramacciotti y Schurrer y hoy, radicado en Puerto Rico, está cerca de la MLS. Cuenta qué le espera a Leo en Miami.
En el mundo del fútbol, el profesional argentino es muy requerido. En cualquier rincón del planeta se puede encontrar a un entrenador de nuestro país. Uno de los casos es el de Leandro Sime, ex ayudante de campo de Carlos Ramacciotti y Gabriel Schurrer, que desde hace un tiempo trabaja en Puerto Rico. Nacido en la localidad de Balnearia, provincia de Córdoba, de chico quiso cumplir el sueño de ser futbolista. Hoy, sus vínculos con la MLS hacen que conozca muy bien esa liga y lo que le espera a Messi cuando empiece a vivirla.
“Yo me considero formado en Renato Cesarini y en Lanús. Nací en 1975 y me fui a probar a Renato en diciembre de 1989. Me incorporaron en abril del 90 porque Hermes Desio y Oscar Alegre se estaban por ir a Independiente. Entonces se abrió ese espacio y como yo jugaba en la misma posición, pude ingresar con una camada de futbolistas, de los cuales muchos han llegado a ser profesionales y trabajan en el mundo del fútbol”, relata Leandro Sime.
No pudo cumplir su sueño, pero no se arrepiente de haberlo intentado: “Yo jugaba de volante central, era inteligente pero lento. No llegué porque no tenía las condiciones para ser jugador. Igual, si volviera a nacer lo intentaría de vuelta. Ahora entiendo por qué no llegué. No tuve como jugador el convencimiento que después tuve como entrenador. En aquel momento, tuve como compañeros a Martín Vitali, Daniel Stremiz, Alejandro Saccone y Andrés Guglielminpietro, entre otros”.
Finalmente Sime dejó el fútbol a los 20 años, hizo el duelo y después de un tiempo, el club Renato Cesarini le ofreció ser el encargado de la pensión. Esto le permitió continuar ligado al deporte que tanto ama. Además de tener a cargo 109 chicos, se inició como entrenador de la categoría 84. Algunos de sus dirigidos fueron Javier Mascherano, Leandro Gioda, Marcos Aguirre y por la pensión, mientras él estuvo, pasaron nombres como Martín Demichelis y Javier Gandolfi.
“Con Renato tuve la oportunidad de ir a dos mundiales como sparring. Y el privilegio de haber vivido 11 años en la pensión, siete como jugador y cuatro como encargado. Fue una experiencia hermosa, de una enseñanza invalorable que me sirvió para la vida. El encargado hace un poco de padre, de hermano mayor”, reconoce «El Potro”, que es como lo llaman quienes lo conocieron por esos años.
En el 2001, Carlos Ramacciotti lo convocó para formar parte de su cuerpo técnico en Belgrano, Gimnasia y Lanús. Después trabajó como entrenador de las Inferiores del Granate hasta que pasó a desempeñarse como asistente de Gabriel Schurrer durante 10 años.
En el 2018 decidió instalarse en Puerto Rico, ya que su esposa es de allá. Creó una empresa que se llama Sime Soccer, que ofrece servicios en el mundo del fútbol para entrenadores, jugadores, clubes y organizaciones de fútbol. “No somos un club, ni agentes de futbolistas. Funcionamos como un centro de perfeccionamiento técnico y scouting profesional, y además brindamos el servicio de adquirir experiencia internacional en algunos clubes con los que generamos alianzas. Cuando comencé en Puerto Rico no tenía trabajo porque el fútbol profesional no existe. Cuando vi el espacio y las necesidades que había, arranqué con este emprendimiento. Todo nació con un centro de perfeccionamiento técnico para los jugadores en desarrollo. Lo que yo vi en Puerto Rico es que iban a salir futbolistas. Eso y las necesidades que había es lo que me hizo establecerme y darle forma a esto que armamos”, explica Sime.
Puerto Rico es un Estado Libre Asociado de los Estados Unidos y en este país invierten mucho en la formación académica y deportiva de los hijos, porque con estos dos ítems uno puede acceder a los estudios universitarios que es el gran objetivo de allá.
-¿Y qué es lo que le falta al fútbol de Puerto Rico?
-Lo que le falta para desarrollarse es jugar, horas de juego. Las condiciones técnicas las tienen. Hoy a un chico lo llevás a un club para que entrene, no para que juegue. Y la competencia interna es muy corta: la temporada dura siete meses. En la Argentina, un chico entrena 2 ó 3 horas por día, desde el 15 de enero al 15 de diciembre de lunes a viernes, y disputa cerca de 40 partidos oficiales. Eso hace aproximadamente un total de 220 estímulos al año. Eso en Estados Unidos ya se hace. En cambio, en Puerto Rico, un club te ofrece cinco o seis horas semanales y el resto hay que buscarlo de manera externa.
La empresa de Sime tiene vínculos con la MLS (Major League Soccer). A raíz de esta relación él conoce muy bien el fútbol de los Estados Unidos. Quien le abrió las puertas fue otro argentino, José María Bazán, que es uno de los entrenadores más reconocidos en lo que respecta a la formación del futbolista. “Bazán integró la selección argentina sub 20 que disputó el mundial de Portugal en 1991. El me permitió conocer lo que hacían en el FC Dallas. Fueron los primeros que empezaron a formar jugadores para su primer equipo. El Dallas era una organización americana aceitada por latinos y la mayoría de los clubes de la MLS iba a ver cómo trabajaban. Con este club actualmente tenemos acuerdos de colaboración. En el fútbol de Inferiores de Estados Unidos ya no hay que hablar más de futuro sino de presente”.
-¿Y con que se va a encontrar Messi?
-Messi se va a encontrar con una liga súper organizada y con infraestructura de primer nivel y en crecimiento. Obvio que la llegada de Messi la potencia. Para mí, el fútbol de Estados Unidos se preparó mucho tiempo para recibir a Messi. Hay entrenadores muy preparados. En el Inter Miami hay alguien como Javier Morales, que conoce mucho de esa liga y el país. Otro embajador del fútbol argentino es Diego Valeri. La competencia es diferente y la MLS le va a ofrecer un proyecto de vida.
-¿Por qué creés que en el fútbol es tan valorado el profesional argentino?
-Este último Mundial les mostró a todos el sentir que tenemos por el fútbol y cómo eso se transmite. Es un plus que en el resto de los países no se entiende.
-No conseguiste ser jugador pero de algún modo te desarrollaste en el fútbol. ¿Qué sentís cuando ves lo que lograste?
-Me siento un privilegiado de vivir del fútbol y conocer el mundo por este deporte. Con mi empresa logramos acuerdos con Lanús, con la Academia Javier Mascherano, y estamos en conversaciones con una institución muy importante de Córdoba. Los chicos de Puerto Rico y de Estados Unidos pueden, a través de nuestra institución, vivir la experiencia de lo que hacemos en nuestro país por intentar ser futbolista. Y eso me pone felíz.
Fuente: TyC Sports