La cooperativa láctea más importante del país enfrenta una crisis crítica, agravada por una considerable deuda de electricidad que podría llevar a la paralización de sus plantas.
La situación delicada de SANCOR es ampliamente conocida.
El volumen de leche procesada ha pasado de 4 millones de litros en sus mejores momentos a menos de 200 mil en la actualidad, según informes de medios especializados.
A esta caída se suman conflictos laborales relacionados con el retraso en el pago de salarios y una deuda millonaria en dólares que no puede liquidar.
Además, el 28 de febrero se acerca como la fecha límite para saldar la deuda con la Empresa Provincial de Energía (EPE) de Santa Fe. Esta deuda, que asciende a aproximadamente 2.500 millones de pesos, se agravó a pesar de que la administración previa de Omar Perotti dejó prescribir cerca de 500 millones.
Esta fecha se presenta como un momento crucial en la preocupante historia que viven empleados, proveedores y productores ante el posible ocaso de un gigante.
