Los tribunales alargaron el plazo para que los acreedores puedan pedir la verificación de deuda. La firma mueve apenas 50.000 litros de leche diarios
La agonía de la que viene siendo presa la láctea SanCor, uno de los símbolos de la lechería nacional, no deja de sumar capítulos, y la posibilidad de que el rumbo comercial de la empresa no pueda enderezarse se agiganta en el horizonte. Si bien la unión de cooperativas viene de recibir una bocanada de aire extra, a partir de la decisión del Juzgado Civil y Comercial de Rafaela de prorrogar el el plazo para que los acreedores de la firma presenten solicitudes de verificación de deuda, lo cierto es que la realidad comercial de la lechera es por demás de negativa. Hoy por hoy, SanCor procesa 50.000 litros diarios de leche, su peor marca histórica y sigue cubriendo parte de los salarios en cuotas.
A la par de la pérdida de proveedores, que dan por descontado que entregar leche a la unión de cooperativas es entrar en su círculo de deudas y garantizarse un impago por tiempo indeterminado, la operatividad de la firma también se encuentra en su nivel más bajo por la escasez de personal.
SanCor achicó al mínimo su estructura de personal
Así, y en tan sólo un año, la compañía pasó de contar con algo más de 1.300 empleados a funcionar con alrededor de 650. Si bien SanCor suspendió por el momento su estrategia de despidos, la láctea mantiene abierto su esquema de retiros voluntarios.
Por lo pronto, SanCor logró que los tribunales de Rafaela, en la provincia de Santa Fe, prorroguen hasta el 13 de junio el plazo para que los acreedores de la firma soliciten la verificación de deuda que abrió el concurso preventivo en el que se encuentra la lechera.
Vale recordar que ese proceso debía culminar el jueves 29 de esta semana. Sin embargo, el tenor de quienes reclaman pagos por parte de la unión de cooperativas es tan abundante y diverso que a la Justicia no le quedó más opción que alargar los tiempos.
En el seno de la Gobernación de Santa Fe la situación en SanCor preocupa y mucho. De ahí que, en la última semana y según confiaron fuentes ligadas al gremio ATILRA, la cartera de Trabajo provincial comenzó a mediar para que la láctea pueda contar con materia prima proveniente de tambos que acepten contratos a cambio de un canon.
Por el momento, la posibilidad de estos acuerdos se mantiene abierta y, de avanzarse en esa dirección, la unión de cooperativas podría comenzar a recuperar cierta presencia en las góndolas y heladeras de los supermercados.
A la par de que se decide el destino de su estructura productiva, SanCor sigue sin encontrar solución a su drama económico. Las deudas de la cooperativa ya supera los 400 millones de dólares y su producción se encuentra en valores mínimos.
SanCor: los tamberos le perdieron la confianza
De mover más de 4 millones de litros diarios en su mejor momento comercial, la firma decayó a una cifra que apenas roza los 50.000.
«En tanto la empresa no da muestras de encontrar algún tipo de financiamiento para cubrir sus deudas, es lógico que los pocos proveedores que le quedan dejen de enviar leche. Hoy la estructura de tambos ligada a SanCor es casi inexistente y sólo hay entregas puntuales con pagos en el momento. Nadie sabe qué ocurrirá con la compañía de aquí a fin de año», comentó a iProfesional una fuente de la cuenca lechera santafesina.
A muy poco de haber quedado en fase de concurso preventivo de acreedores, el futuro de SanCor sigue complicándose y en el ámbito de la lechería proliferan los pases de factura por la crisis que afecta a la unión de cooperativas.
En las últimas semanas, la pirotecnia ganó intensidad en Santa Fe con los cruces entre ex funcionarios provinciales, integrantes de la Mesa de la Lechería santafesina y el gremio ATILRA, quienes se acusan entre sí de haber colocado a la empresa al borde la quiebra.
En el reparto de responsabilidades respecto del momento crítico que atraviesa SanCor, Pedro Morini, ex secretario de Lechería santafesino durante la gobernación de Miguel Lifhschitz, no dudó en señalar al sindicato como un actor que incluso buscó hacerse con el control de la lechera.