Se trata de una rara enfermedad autoinmune, que daña la piel, los músculos y los pulmones y puede causar la muerte. Los investigadores que la descubrieron creen que la infección por SARS-CoV-2 podría ser desencadenante.
Investigadores de la Universidad de California en San Diego, y de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, descubrieron una rara enfermedad autoinmune potencialmente mortal relacionada con el COVID-19.
Se trata de Mip-C, causada por autoanticuerpos dirigidos al MDA5, una enzima sensible al ARN capaz de detectar el SARS-CoV-2 y otros virus de ARN.
Según publicaron los investigadores en eBioMedicine, una revista del Grupo Lancet, esta rara enfermedad autoinmune es capaz de causar daños en la piel, los músculos y los pulmones, llegando a convertirse en una enfermedad pulmonar intersticial potencialmente mortal.
La Mip-C es similar a otra enfermedad autoinmune, la dermatomiositis anti-MDA5 positiva, que puede causar una neumonía de evolución rápida y potencialmente mortal.
El hallazgo se produjo luego de que los investigadores observaron un extraño aumento de los casos de dematomiositis anti-MDA5 positiva. Los investigadores sugieren que haber contraído el nuevo coronavirus puede dar lugar al desarrollo de una forma diferente de dermatomiositis anti-MDA5 positiva, denominada autoinmunidad MDA5 y neumonía intersticial simultánea de COVID.
En detalle, las diferencias entre la forma conocida y la forma distintiva radican en el ritmo de progresión, el comportamiento y la mortalidad.
El SARS-CoV-2 como “desencadenante”
El puntapié inicial para este hallazgo lo dio el profesor de reumatología de la Universidad de Leeds, Dennis McGonagle, quien vía correo electrónico convocó a su colega Pradipta Ghosh, profesora de los Departamentos de Medicina y Medicina Celular y Molecular de la Facultad de Medicina de UC San Diego, a investigar “un misterio relacionado con COVID-19″, tal como se refirió a “un extraño aumento de los casos de dematomiositis anti-MDA5 positiva”.
“Me dijo que estaban experimentando casos leves de COVID —relató Ghosh—. Habían vacunado a cerca del 90% de la población de Yorkshire, pero ahora estaban encontrando esta enfermedad autoinmune muy rara en pacientes que podían o no haber contraído el coronavirus”.
Para el estudio, por tanto, los investigadores examinaron a 60 pacientes, de los cuales 25 habían desarrollado cicatrices pulmonares, también conocidas como “enfermedad pulmonar intersticial”. En ocho casos, estas cicatrices eran tan graves que causaron la muerte.
Y si bien los investigadores explicaron que existen perfiles clínicos establecidos de enfermedades autoinmunes MDA5, reconocieron que “ésta era diferente”. Según Ghosh, “era diferente en comportamiento, en ritmo de progresión y en el número de muertes”. De allí que los investigadores sugirieron que haber contraído el nuevo coronavirus podría haber dado lugar al desarrollo de una forma diferente de dermatomiositis anti-MDA5 positiva.
Concretamente, las diferencias entre la forma conocida y la forma distintiva radican en el ritmo de progresión, el comportamiento y la mortalidad.
Para entender la relación entre la dermatomiositis MDA5-positiva y COVID-19, los investigadores emplearon BoNE, Boolean Network Explorer, una herramienta computacional avanzada para analizar grandes conjuntos de datos.
Tras investigaciones adicionales, los científicos descubrieron que los pacientes con una alta respuesta autoinmune hacia la enzima MDA5 también presentaban niveles elevados de interleucina-15. “La interleucina-15 es una citocina capaz de inducir dos tipos principales de células inmunitarias”, explicó Ghosh, quien amplió que “estas células pueden llevar a los tejidos al borde del agotamiento, generando un fenotipo inmunológico que frecuentemente se observa como distintivo en la enfermedad pulmonar intersticial progresiva o fibrosis pulmonar”.
“Hoy, este estudio internacional nos revela que la infección por SARS-CoV-2 es el ‘desencadenante’”, comentó Massimo Andreoni, quien es el director científico de la Sociedad Italiana de Enfermedades Infecciosas y profesor titular en la Universidad Tor Vergata de Roma.
Y tras considerar que “estudios como este están arrojando luz sobre cómo el SARS-CoV-2 puede provocar enfermedades autoinmunes”, señaló que “Mip-C no será la única”.
Por derecho de descubrimiento, el grupo pudo dar un nombre a la enfermedad: MDA5-autoinmunidad y neumonitis intersticial contemporánea con COVID-19. La denominaron Mip-C para abreviar. “Se pronuncia ‘mipsy’”, dijo Ghosh, y agregó que el nombre fue acuñado para establecer una conexión con MIS-C, una afección infantil separada relacionada con COVID.
Fuente: Infobae