La BCC observa con preocupación el nuevo paquete de medidas económicas que el ministro Massa acaba de oficializar.
Las mismas son unos parches mínimos que aumentan la presión tributaria y están muy lejos de resolver las fenomenales distorsiones de precios relativos que enfrentan quienes producen en nuestro país.
La actual situación, causada principalmente por los desaciertos económicos del gobierno, es muy grave: inflación por encima del 120% anual, pobreza arriba del 40% y una escasez abrumadora de reservas internacionales en el Banco Central.
El gobierno, con estas medidas, da una muestra más de que su principal objetivo es patear para adelante los problemas sin mostrar ninguna intención de resolverlos.
El camino para superar los problemas económicos argentinos no es más el intervencionismo del estado en la economía con controles cambiarios como el cepo al dólar, controles de precios, prohibiciones a las exportaciones y
restricciones a las importaciones. La sociedad está pagando los costos de estas políticas desacertadas con una inflación galopante y escasez de productos.
Nuevamente el gobierno con estas medidas, rehúye de las correcciones que los mercados le señalan, desafiando las leyes de la economía. Algo que vienen realizando desde hace ya un tiempo, lo que significó llegar a esta crítica situación.
La devaluación encubierta, lograda vía regímenes especiales para algunas exportaciones y nuevos impuestos a las importaciones, está muy lejos de corregir la enorme brecha cambiaria. En consecuencia, el BCRA continuará perdiendo reservas internacionales que ya están en un mínimo histórico (– USD 8.000M).
Asimismo, el nuevo anticipo del impuesto a las ganancias de las empresas, que podrá recuperarse en el próximo ejercicio fiscal, es una medida que aumenta la presión tributaria este año afectando el capital de las empresas.
Esta medida tendrá un impacto negativo en los procesos de inversión que se necesitan para generar crecimiento económico.
Las medidas implican patear para adelante y agravar los problemas que enfrentará el próximo gobierno. El adelanto de impuestos reduce la recaudación del próximo año, no corregir los desequilibrios cambiarios agrava la pérdida de reservas y hace recaer los costos de la corrección en el gobierno entrante. Además, se siguen acumulando deudas por los préstamos de dólares que los importadores le deben a sus proveedores del exterior que ya totalizan aproximadamente USD 12.000 millones.
Todo esto configura un acto de gran irresponsabilidad en el manejo de las finanzas públicas. El gobierno privilegió una vez más sus posibilidades electorales, aunque al daño lo deban pagar todos los argentinos en el futuro cercano.
Fuente: BOLSA DE COMERCIO DE CÓRDOBA