El brasileño murió a los 84 años en Santos. Sus vivencias en aquel partido histórico, y el recuerdo de Diego Armando Maradona.
Romualdo Arppi Filho, ex árbitro brasileño famoso por haber dirigido la final del Mundial 1986 en México que Argentina le ganó por 3-2 a Alemania, falleció este domingo a los 84 años en la ciudad brasileña de Santos, estado de San Pablo, víctima de una enfermedad renal.
La cadena de noticias GloboNews consignó que uno de los tres hijos del ex árbitro, Ricardo de Oliveira Arppi, indicó que su padre falleció en el Hospital Ana Costa.
«Mi padre siempre será una referencia tanto en el deporte como un ser humano increíble», señaló su hijo.
El lugar que la historia futbolera reserva a Arppi está vinculado a Diego Maradona y a la selección argentina, porque fue el árbitro de la final del Mundial 1986, cuando con goles de José Luis «Tata» Brown, Jorge Valdano y Jorge Burruchaga, la «albiceleste» derrotó por 3-2 al durísimo equipo alemán.
Fue el segundo árbitro brasileño en dirigir una final del mundo después de Armando Cézar Coelho, quien condujo en el Mundial 1982 el partido decisivo entre Italia y Alemania, que la «Azzurra» ganó por 3 a 1.
Arppi y sus hijos tenían muy buena relación con la comunidad argentina que vive en Santos y en la ciudad de San Pablo, al punto de que organizaban partidos y campeonatos amateurs seguido por un asado a la brasileña.
Antes de la final del 18 de diciembre en Qatar 2022 entre Argentina y Francia, Arppi dijo ante una consulta Télam que «no había decidido hinchar por ningún equipo» porque mantenía la forma de pensar heredada de su profesión de árbitro.
Arppi también tuvo gran relación con el fútbol argentino en la Copa Libertadores en los sesenta, setenta y ochentas, ya que dirigió partidos con equipos campeones de Estudiantes de La Plata e Independiente.
Tras la muerte de Maradona el 25 de noviembre de 2020, Arppi Filho había expresado a Télam su tristeza pero también contó algunos recuerdos de aquella final de 1986 en el estadio Azteca de México, donde se consagró Maradona a nivel mundial.
«Con Diego nunca tuve un problema en esa final. Me pedía la hora obviamente cuando se estaba terminando el partido y los alemanes venían y pedía que siguiera por más minutos, que no lo terminara. Al contrario, Maradona siempre era el que tenía problemas por la violencia que ejercían contra él, nosotros cobrábamos las faltas porque le pegaban mucho», contó en esa oportunidad.
Para Arppi, la carrera de árbitro había sido una suerte de bendición ya que logró dirigir casi toda la carrera de Pelé en Santos y a Maradona en la final de México 1986. «Para mí los dos deben dividir el trono del más grande», solía decir.
Fuente: Télam